lunes, 26 de enero de 2009

El Salto de la Liebre.

Por: William Mercay.

Aunque en mi infancia y parte de la adolescencia siempre escuche esa frase de mi madre:

- Muchacho dedíquese a una sola cosa, no sea inestable, deje de saltar como una liebre!!!

No comprendía entonces la necesidad de aprender a ser perseverante en las cosas, yo siempre aprendía todo muy rápido y efectivamente lo que no me diera resultado de inmediato lo desechaba, aunque vivía en un barrio muy pobre donde nuestra casa era un recinto hecho con desperdicios de laminas de latas, de esas que usaban los políticos en sus campañas, donde se ve cara a cara el rostro de la “ La pobreza” no le aceptaba, me negaba a ser pobre, mi mente volaba y volaba, siempre subía esa montaña que estaba detrás de mi pobre rancho (chabola), y desde la distancia con uno de mis hermanos le hacía señas a mi madre, mientras ella con sus manos en la cabeza gritaba:

- William Antonio no invente tanto, bájese de allí lo puede picar un bicho…

Cuando mi madre se tranquilizaba o dejaba de gritar yo le daba la espalda para mirar la ciudad que estaba al otro lado, para mis ojos eran matices de escarchas, autos, mansiones, mientras los hijos de otros tenían bicicletas, patinetas, yo jugaba con los aros vencidos de esas ruedas que otros desechaban empujándola con un palito de madera, pero no importaba algún día yo podría tener todo lo que los ricos tenían, si bien ignoraba que no sería niño toda la vida, por lo menos mis hijos no verían ese rostro extremo de carencias, todo lo inalcanzable para un niño pobre, cuando veía la ciudad yo desde la cima de ese cerro suspiraba y gritaba:

- Voy a ser muy grande, muy grande!!!

Aunque ciertamente a mis 8 años no existía los computadores curiosamente siempre he tenido visiones desde niño, ( las cosas típicas de esa especie de locos a la cual pertenezco) varias veces soñé que estaba sentado en una cuerda floja dándole con mis deditos a una especie de caja plástica con muchos botones, a su vez saltaba en mi entorno una liebre, al principio me desorientaba y solamente encontraba paz una vez que yo ignoraba los saltos de ella.

No pude saber que era esa caja hasta después de los años 90 que aparición el Laptop.

Refriéndome a lo que gritaba desde niño en esa montaña, efectivamente a los 28 años llegue a medir un metro ochenta y dos centímetros, fue lo más grande que llegue a ser, pero sin dinero, con un hijo por nacer mi cumpleaños 28 fue el más frustrante en mi vida, esperaba mi primer hijo y aunque ya vivía en la ciudad desde donde se veía esa montaña de mi niñez, no poseía más que una nevera que pagaba por cuotas, un apartamento alquilado sin muebles, diablos!!! Qué cosa tan difícil dejar de ser pobre.

Mi única alegría fue que esa noche de mi cumpleaños un 13 de octubre, mientras mi esposa (recién se graduaba de odontóloga y quien fue prácticamente botada de su casa sin recibir más apoyo por haberse enamorado de un hombre pobre), ella en su sueño recostaba su barriga en mi espalda, toda la noche sentí las pataditas de un ser que aunque le faltaba meses por nacer estaba allí, ese fue el que hizo que esa noche me calmara pues estaba al borde de la desesperación de las ganas más grande de morir, de dormir y no despertar, ahora el reto era más grande!!!

Vaya que sí me ha tocado hacer de todo en esta vida, desde vendedor de frutas en la autopista, desde buhonero, herrero, soldador, obrero, criador de peces, ayudante de teatro, asistente de cine, artista plástico, escultor, profesor de música, mecánico dental, dentista, repartidor de publicidad, emigrante, químico, algo de escritor, diseñador, programador, conferencista, asesor de empresas y otras cosas más.

- Ya comprendí el sueño, diablos!!! cómo no lo había entendido antes?.

Es que definitivamente el que es inteligente no deja de ser bruto aunque suene a dicotomía, 32 años para comprender lo que me gritaba mi madre.

- ja, ja, ja... tengo que reírme de mi mismo, mi esperanza es que otros puedan abrir los ojos en menos tiempo.

Efectivamente mi destino estaba relacionado con la informática como herramienta potencial de difusión de mis ideas y objetivos, un área que me abriría la oportunidad de tener empresas en todo el mundo, de viajar, de hacer negocios, de disfrutar de la riqueza y de hacer que otros también disfruten de sus inversiones por ser parte de un gran proyecto.

Pero con conciencia en la administración de capitales, con conciencia en cada inversión, con honestidad y con sentido de cooperativismo, allí estaba el secreto.

Pero si el mensaje era claro:

- Mientras sigas dando saltos de liebres estarás sumido en un fracaso absoluto.

Cuanto tiempo me costó entenderlo, hoy tengo 40 años, solo hace un poco menos de dos años que me decidí a luchar por mi y por quienes creen en mi, mis socios, mis amigos, mi empresa, decidí dejar de vivir al día y decidí crear grandes riquezas.

En mi caso me olvide de los saltos de liebre, ahora me enfoco sólo en mi objetivo, en mi obligación y en lo que me he convencido es mi compromiso de vida una empresa que también debe el nombre en todas sus letras a uno de esos sueños premonitorios en la cual visualice cada uno de sus caracteres.

Yakey el sueño de un hombre, el sueño de cientos de socios.

En menos de esos dos años soy el responsable de una empresa que sigue creciendo vertiginosamente, soy el responsable del capital de cientos de personas que confían en mí a los cuales nunca defraudaré.

Yo decidí dejar de ser una liebre dando saltos y saltos, yo decidí dejar prestarle atención a los saltos de otras liebres que simplemente me distraían y no me dejaban hacerme consiente del error fatal de dedicarme a una y otra cosa saltando de punto en punto.

Si algo le puedo decir es:

- Deje de dar saltos de liebre...

En cualquier cosa que haga tome conciencia, busque y analice lo que más le parezca esperanzador y luche por ello, ya sea que quiera estar dentro del Efecto Yakey o en otro en el que crea que puede surgir, pero no aparte su vista de ese objetivo, si no usted morirá de viejo siendo una liebre pobre y cansada que hasta el ultimo día de su vida se le sentirán sus leves impulsos tratando de saltar ya sin fuerza en sus extremidades porque su instinto le dice eso.

- Salta, salta, corre, salta hasta la muerte!!!

La voz maquiavélica del más terrible de los demonios la inconstancia, la no perseverancia, la inestabilidad emotiva para los proyectos, un demonio que sólo quiere que usted muera en el fracaso, distrayendo su mente.

Es mentira que tenemos que ser pobres hasta la muerte, Dios quiere que todos sus hijos disfruten de la abundancia, pero la decisión es sólo de cada persona.

Domingo 18 de enero de 2009.

William Mercay.

Fundador de Yakey Corp y filiales.



Informacion de la oportunidad Yakey en el siguiente enlace:
http://universal.yakey.com/affsignup.php?pid=3b3b79b7

No hay comentarios: