El artículo, muy motivador e instructivo, que leeran a continuacion es una colaboracion de mi amada esposa, quien compartió este tema con un grupo de mujeres de nuestra comunidad, al final dejo su correo, si alguien quiere compartir una necesidad espiritual o recibir consejeria.
Espero que lo disfruten como yo...
COMO LAS AGUILAS
Todas hemos pasado por momentos difíciles a lo largo de nuestras vidas, algunos han sido mas duros que otros, y si partimos del 18 de junio del 2007 para hoy 18 de junio del 2008, exactamente un año, podemos ver que no ha sido fácil el camino que hemos tenido que recorrer. Algunas hemos pasado por un sin número de situaciones difíciles y quizá hasta enfrentar la misma muerte. Pero a pesar de todo eso el Señor nos hace una hermosa promesa en Isaías 40, que nos habla del poder y la naturaleza de Dios.
Ya que el valor y la habilidad para resistir las tormentas que se nos presentan proviene de El. La paz y la paciencia para esperar también provienen de El. El es el Dios que siempre ha Existido y que permanece para siempre.
Cuando estamos dispuestas a resistir, esperar y permanecer; Dios nos maravilla con estos versículos que son una promesa real. Nos promete que nuestra fortaleza será renovada poniendo como ejemplo un ave cuya vida física, se asemeja a nuestra vida espiritual.
El águila, un ave espectacular que nos da un ejemplo de lo que la vida de un cristiano debe ser.
El águila tiene dos opciones a lo largo de su vida, morir o renovarse. El proceso de renovación es sumamente doloroso, pero es algo que provocado por su instinto de supervivencia.
El águila es el ave de mayor longevidad de la especie, llegando a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad a los 40 debera tomar una seria y dificil decision.
A los 40 años, sus uñas estan apretadas e inflexibles, sin conseguir tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico, largo y puntiagudo se curva, apuntando contra su pecho, sus alas estan envejecidas y pesadas y sus plumas gruesas, volar se hace tan dificil...
Tiene dos alternativas: morir o enfrentar un doloroso proceso de renovacion que dura 150 dias!!!
Ese proceso se incia cuando vuela a lo mas alto de una montaña, busca un lugar cercano a un paredon, luego de encontrar el lugar adecuado, comienza a golpear su pico contra la roca, empieza a sangrar, pero tiene que arrancarlo y esperar el crecimiento de uno nuevo, con el que empieza a desprender una a una sus uñas, para formacion de unas nuevas con las que comenzara a despojarse de sus viejas plumas.
Despues de cinco meses, todo nuevo!!! sale lista para su vuelo renovada, para vivir otros 30 años.
Cuando nos enfrentamos a los problemas también nosotras tenemos dos opciones, darnos por vencidas y fracasar ó pelear y alcanzar la Victoria.
Déjeme contarle una anécdota: Un hombre subió a una montaña muy alta y encontró un nido de águila, en el nido encontró un huevo, lo tomó y se lo llevó a su casa, lo puso debajo de una gallina que estaba empollando sus propios huevos. Al pasar el tiempo los polluelos salieron del cascarón y junto con ellos la pequeña águila, el águila aprendió a comer granitos, gusanitos y pequeños insectos y de vez encunado se aventuraba a volar de la cerca a un árbol. Un día vio hacia arriba y en el cielo había un pájaro que desplegaba sus alas con majestuosidad remontándose tan alto que a veces parecía un pequeño punto. Con curiosidad preguntó a una gallina que estaba a su lado, ¿quién es ese pájaro tan formidable, cuyas alas extendidas lo hacen volar tan alto? La gallina respondió es un águila, pero no la admires tanto, tu nunca podrás ser como ella, eres solamente una gallina, el águila envejeció y murió, creyendo que en realidad era una gallina.
Dios nos compara con las águilas y no con gallinas, las gallinas no pueden más que saltar de una cerca a un árbol, siempre en lugares bajos, pero el águila se eleva, y es en lo alto de la peña donde hace su refugio, el águila, asume el control de su vida, se responsabiliza de su supervivencia, porque sabe que de lo contrario morirá. Y es en Dios donde nosotras debemos refugiarnos, asumir nuestras responsabilidades como hijas de Dios, dejando atrás todo los que nos impide volar.
El último versículo del capitulo 40 dice:
…tendrás nuevas fuerza; y levantaras alas como las águilas: Como las águilas el renueva nuestras fuerzas para volver a soñar, no importa cuantos sueños se hayan roto en camino, El nos da la fe y la Esperanza para crear sueños nuevos. Talvez las cosas no salieron como pensamos o quisimos, pero cada día trae una nueva oportunidad para creer y esperar.
…correrás: El renueva nuestras fuerzas para volver a luchar y mirar de frente los problemas, con la convicción de que Mayor es el que esta en nosotros que aquel que esta en el mundo. Eje. El águila frente a la tormenta: El águila no huye de la tormenta, por el contrario se dirige a ella de frente, despliega sus alas tanto como puede, con lo que el fuerte viento la empuja hacia arriba, de esa manera atraviesa la nube, y alcanza el sol dejando a sus pies la tormenta. De la misma manera es nuestra vida, siempre hay una salida al final del túnel, por oscuro que parezca, la maravillosa presencia del Señor nos eleva hasta encontrar el sol.
…caminaras y no te fatigaras: El renueva nuestras fuerzas para resistir otra vez, nos da el valor para luchar y alcanzar la Victoria. Nunca digamos no puedo, es imposible, Dios nos ha dado la capacidad de vencer. La palabra de Dios dice: ¿Algunas cosas puedo en Cristo que me fortalece? La palabra de Dios dice: Todo, todo, absolutamente todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Al final Dios no desea que seamos sobrevivientes en la guerra espiritual a la que nos enfrentamos día con día, porque sobrevivir es solamente ir la pasando, Dios desea hacer de nosotras mujeres no solo vencedoras, sino que MAS QUE VENCEDORAS. Porque si nos dio a su hijo Jesucristo, como no nos va a dar también con El todas las cosas.
Todas aquí somos mujeres luchadoras, mujeres valientes, de no ser así, no estaríamos esta tarde en este lugar, así que no temamos ni desmayemos porque Jehová nuestro Dios esta con nosotras dondequiera que vayamos.
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